Estamos más o menos acostumbrados a que una cadena o una plataforma deje de producir una serie de televisión. De hecho, en Vulture van actualizando este artículo de shows descontinuados a lo largo de 2023 y, créeme, la lista es muy larga.
Sin embargo, aún no estamos tan habituados a que los podcasts sean esos ítems que se colocan o se retiran de un catálogo sin dar muchas más explicaciones, siguiendo criterios de audiencia u otros factores de los que somos ajenos. Al menos esa es mi impresión tras esta semana marcada por el anuncio de que Spotify dejará de producir Stolen (Premio Pulitzer y Peabody) y Heavyweight (uno de los mejores podcast de 2023 para The New York Times). La noticia de que la plataforma planea despedir al 17% de la plantilla (es decir, a 1.500 personas) aclara un poco la situación de lo que está ocurriendo en las tripas del gigante verde. Poco después, además, se anunció la marcha de Paul Vogel, su director financiero.
Voy a dejar a un lado interpretaciones sobre burbujas y financiación, porque lo más interesante para mí han sido las reacciones al saber que se terminan estos dos programas. Me ha hecho ver el vacío que puede dejar una voz, un tipo de narrativa, un chiste precabecera o una canción postcréditos.
Pensando en despedidas (forzadas o voluntarias), ahí van algunos de los podcasts que han terminado este 2023. Por ahora, voy a omitir Heavyweight y así les damos algo de tiempo para que encuentren otra plataforma y esta noticia haya sido una broma de mal gusto.
Los que dicen adiós o hasta pronto
Aquí estamos / Lejos de aquí
Fue mi amigo Raúl quien me puso en la pista de Ignasi Taltavull y Adri Romeo. “Si empiezas a escuchar su podcast desde el inicio, además de pasártelo muy bien, serás testigo de cómo nace una amistad”.
Taltavull y Romeo no eran viejos amigos cuando comenzaron a grabar Aquí estamos, de hecho se habían conocido tan solo unos meses antes. El primer episodio es de septiembre de 2020; el último, de julio de 2023. Entre medias, decenas de horas (me salen unas 65) en las que, como oyente, vas descubriendo la personalidad de cada uno y, al mismo tiempo, también ellos van cogiéndose la medida, como humoristas y como protopersonajes.
La premisa más literal de Aquí estamos es fácil de sintetizar: estos dos cómicos (catalán el primero y mallorquín el segundo) dan un paseo por algún barrio de Barcelona mientras conversan con su grabadora encendida. ¿De qué hablan? Pues de muchas cosas, algunas realmente triviales e hipotéticas y otras que pertenecerían a ese cajón de ‘lo existencial’, pero nunca suenan solemnes. Eso es precisamente lo alucinante, su agilidad para enlazar temas o ir profundizando en ellos sin darte cuenta, sin darse importancia y haciéndote reír (“El chiste era malo pero tu incultura es aún peor”). Lograron una mezcla única entre charla y comedia de improvisación.
A modo de postdata, este verano el feed del podcast cambió a Lejos de aquí y los protagonistas se sacaron de la manga una excursión a la montaña de 8 episodios para seguir hablando, ahora con una nueva perspectiva y un cambio de paisaje. “Oye, Adri, ¿tú crees que se puede gentrificar el campo?”.
Cuando alguien se enarbola la bandera de que los conversacionales son todos iguales, un subgénero donde solo hay charlas eternas, sin estructura ni ritmo, sin pensar en el oyente, sin una pizca de edición y encima con mal sonido, yo saco mis pruebas a ‘pasear’…
Exhibit A:
Into It
Este podcast de Vulture, presentado por Sam Sanders, comenzó en julio de 2022 y terminó a finales de octubre. Desconozco si la culpa ha sido por la audiencia o por los recursos, pero para mí fue una cita semanal mientras estuvo activo. En cada entrega, con la ayuda de un invitado, exploraban una tendencia o una novedad en el ámbito de la cultura popular (desde el fenómeno alrededor de Taylor Swift hasta la relación causa y efecto entre el streaming y la huelga de guionistas, pasando por el terremoto final de Succession). Algo que ha formado parte de su línea editorial es que —al menos frente al micro— muchos de los participantes eran de color y ver analizada la realidad mediática y audiovisual desde su punto de vista me descubría muchos matices.
Aquí el contexto es importante… Cada vez trato de pasar menos tiempo en redes sociales* y hay varios podcasts que escucho para cubrir ese frente. Algo así como “Mejor vete tú a esa jungla y ya me cuentas si está ocurriendo algo interesante ahí dentro”.
En Into It, al inicio de cada entrega le planteaban al invitado un juego: él o ella tenía que comentar su nivel de interés acerca de cotilleos varios o polémicas del momento que se cocían en redes. He de decir que la mayoría ni los conocía, pero quizá por eso me gustaba escucharlo: en cinco minutos, y de manera divertida, te enterabas de cosas que, sí, generalmente eran triviales, pero que te mantenían conectado al mundo. Estoy buscando sustitutos para esa función y, por suerte, Amiga date cuenta es uno de los más eficaces.
*Si estás en ese momento entre hastío y dependencia, te recomiendo mucho este episodio de Search Engine donde Ezra Klein explica por qué decidió abandonar X/Twitter. Después de escucharlo, seguro que como mínimo mandas la aplicación a la segunda ventana del móvil.
Lights Out
La semana pasada, en su columna habitual The week in audio, en The Guardian, Miranda Sawyer se hacía eco de la cancelación de Lights Out, podcast producido por Falling Tree para Radio 4 de la BBC:
“Estoy muy triste por ello. Sus seis capítulos han proporcionado momentos estelares de audio, han examinado temas periféricos y han cultivado el talento de nuevos productores. Requieren que el oyente trabaje un poco, evitando arcos narrativos más familiares en favor de una experiencia sensorial inmersiva. (...) He lamentado antes la lenta muerte de documentales radiofónicos únicos, pero perder Lights Out me parece una tragedia. ¿Quizás una plataforma con dinero – ¿Spotify? ¿Audible? – intervendrá para continuar esta serie tan apreciada por los amantes de los auriculares? Eso espero”.
Si tenemos en cuenta la noticia sobre Spotify que llegó pocos días después, diría que los deseos de Miranda no parecen del todo probables, pero estoy muy de acuerdo en su recomendación. Lights Out (definido en su web como “aventuras documentales que animan a escuchar con atención”) es uno de esos podcasts que no puedo ponerme si voy en el metro o cuando salgo a correr. Mucho ruido y demasiado movimiento. La delicadeza de Talia Augustidis en Dead Ends o la comunidad de voces que se va formando alrededor de Four Walls se merecen un entorno tranquilo y unos buenos auriculares, pero no porque sean piezas pretenciosas o herméticas sino porque podríamos decir que están contadas ‘en voz baja’.
Como detalle, detrás de Lights Out está Eleanor McDowall, también productora de Short Cuts, uno de los primeros podcasts que me hizo pensar la cantidad de normas sobre el audio que se podían romper.
Lo de Pushkin Industries
Detrás de cada podcast que termina hay varias personas: algunas presentan, otras producen, otras editan o montan o mandan. Mia Loben era una de estas últimas. Formó parte de Pushkin Industries, la compañía responsable de podcasts como McCartney: A Life in Lyrics, uno de los títulos del año. Se fundó en octubre de 2018 y comenzaron siendo cuatro personas en el equipo. Ahora hay unas 60 personas empleadas y en este post la propia Loben cuenta que sintió esa presión por crecer y crecer y lo que, según ella, se ha perdido por el camino.
Empecé a asistir a reuniones presupuestarias en las que nuestro director financiero nos mostraba hojas de cálculo cuidadosamente elaboradas que demostraban cómo teníamos que reducir costes para ser rentables. Tendríamos que hacer programas aún más rápido y con menos recursos. ¿Podríamos producir el doble de episodios en un año? ¿Podríamos crear contenido adicional para ofrecer a nuestros suscriptores de Pushkin+? ¿Realmente necesitábamos un editor para ese programa? ¿Podríamos utilizar música de biblioteca en lugar de una composición original? ¿Podrían los productores trabajar en varias producciones al mismo tiempo?
Los nuevos fichajes
Son tiempos de listas, de muchas listas. Aunque esta avalancha y cierta repetición de títulos nos llevaría a una buena reflexión sobre cómo se construye el canon (¿te piensas que no la tengo ya medio escrita?), dejo por aquí algunas recopilaciones porque siempre son una buena manera de descubrir nuevos programas, algo que en esto del audio no termina de ser nada sencillo: The New Yorker, Time, The New York Times, y los audio delicacies de Tink Media.
Y aquí tres títulos que he rescatado de estos rankings:
The Retrievals. Así es, aún no había escuchado la serie del año de The New York Times, ¡pero no me juzgues aún! Cuando salió publicada el pasado verano, escuché el primer episodio pero tuve que parar a los pocos minutos. Aquello daba muy mal rollo. Yo, que aún recuerdo aquella secuencia de 4 meses, 3 semanas, 2 días y que no hace mucho me hundí en la butaca del cine al ver el inicio de O corno, no llevo del todo bien las escenas de operaciones ginecológicas. Y The Retrievals cuenta lo que le ocurrió a un grupo de mujeres al acudir a una clínica de Yale para extraer sus óvulos y someterse a tratamientos de fertilidad. La atmósfera de tensión y pesadillesca se mantiene a lo largo de los episodios, pero hay que escucharlo. Si tuviera que destacar algo diría que es un podcast que tiene tantas capas como una cebolla. Está el escándalo y la negligencia, claro, pero también el agravio, el trato, la discriminación, la falta de escucha y el dolor. Muy recomendable.
Expectant. Cuando Rob Rosenthal (el maestro de Transom) recomienda algo es porque merece la pena. Gracias a él llegué a este podcast autproducido por Pippa Johnstone, una mezcla entre documental y ficción en la que una mujer se plantea la posibilidad de ser madre en mitad de una crisis climática. Una situación imaginada y unas preguntas de fondo reales.
Say More with Dr. Sheila. ¡No sé cómo no me había enterado de que Amy Poehler tiene un podcast! En cuanto lo leí en una de esas listas, giré la cabeza para ver su libro en mi estaría y, según lo recuerdo, desde la portada Amy me miró con cierta decepción. El podcast es una parodia sobre esas terapias de pareja donde se intenta arreglar un matrimonio que llega roto a la consulta y enfrente se encuentran a una terapeuta más preocupada por colocar las cuñas publicitarias que por dejarles hablar. Así comienza:
En el juicio de la vida, todos interpretamos un papel: algunos son los fiscales, otros son los testigos y otros son esas personas que dibujan caricaturas divertidas de asesinos. Mi papel, como terapeuta, es juzgar. Juzgar todo lo que mis pacientes hacen y dicen.
Escucharla es como descubrir que Leslie Knope tenía una hermana malvada.
¡Hasta dentro de dos domingos!
🎧 Andrea