A 15 de septiembre una debería tener el síndrome del inicio de curso más que superado, pero un resfriado de los gordos ha hecho que vaya con una semana de retraso. Así que justo estos días estoy empezando a coger ese ritmo del que me bajé a finales de julio, uno que incluye madrugones, listas de tareas y, sí, volver a escuchar podcast con asiduidad.
No voy a mentirte, mi primer reencuentro con el feed no fue muy satisfactorio, pero seguro que me entiendes si te explico el panorama: ahí estaban los dailies —responsables y puntuales como ellos solos— y también algunos viejos conocidos que habían resistido la brecha veraniega. Pero ni rastro de las nuevas temporadas ni de los grandes estrenos del otoño. Sentí pereza, ay, y me saltaron las alarmas.
Por estos motivos, ante esa ¿desconexión? decidí hacer un reset de emergencia y cambiar el paso. Busqué en Google “maneras recuperar chispa relación” y decenas de artículos aparecieron ante mí con titulares casi idénticos.
Se sabe que septiembre es el mes en el que se inician más procedimientos de divorcio (¿será porque las parejas también hablan continuamente de Begoña Gómez y Pablo Motos?), así que los consejos que reúno aquí son totalmente verídicos. La gran excepción, claro, es que yo los aplico al podcasting.
💞 7 maneras de recuperar la magia después de las vacaciones
1. Sal de la rutina y prueba algo diferente
Si hablamos de podcast, lo de introducir el elemento sorpresa en el día a día es sencillo.
Actualmente se estima que hay más de 4 millones de podcast en todo el mundo, un ritmo de publicación que garantiza estrenos frecuentes y la posibilidad de escuchar cosas nuevas, distintas. Para mí algo fundamental es abrir puertas y ventanas (en tu plataforma de confianza) y dejar que se airee la cola de reproducción: probar esas recomendaciones que te llegan por el boca a boca, por los medios, las redes o newsletters como esta.
Yo terminé el mes de julio cansada —supongo que como todos— y noté que sentía más reticencia a empezar podcast nuevos, largos, de cierta complejidad y que requiriesen concentración. En esto del entretenimiento es fácil dejarse llevar por la corriente y caer en el sota, caballo y rey, es decir, darle play a un conversacional random que ni te va ni te viene y oírlo de fondo en lugar de hincarle el diente a esa última investigación de Wondery que pinta tan bien (sí, exacto, Hysterical: muy recomendable). Lo primero es más cómodo, pero poco satisfactorio a largo plazo.
Otra sugerencia es pensar en tu dieta sonora y qué le puede faltar. En mi caso lo tengo claro: si ya llevas un tiempo leyéndome habrás notado que menciono bastantes títulos en inglés y tengo pendiente estar más atenta a los podcast latinoamericanos. También a los narrados en catalán y en valenciano, que tengo la suerte de entenderlo y por allí está surgiendo una buena producción.
Por último, otra manera de probar algo nuevo es salir de la actualidad y bucear en el archivo. Por ejemplo, este verano el Third Coast Internacional lanzó una campaña de crowdfunding para financiar su supervivencia y ya solo por la cantidad de charlas y podcast que se pueden escuchar en su web merecía la pena echarles un cable. Como recomendación, este documental premiado en 2012 (es, además, una pista sobre la invitada de la próxima newsletter…).
2. Planifica citas regulares y organízate
Estos días que tanto se está hablando del transporte público, te aseguro que a mí no me ha gustado volver a Metro Madrid, pero sí aprovechar de lunes a viernes esos 45 minutos de ida y los 45 de vuelta para poder escuchar podcast. Esta cita diaria y matutina me faltó en vacaciones, de ahí que me desentendiera un poco de los auriculares.
En cuanto a la organización, vale, sí, puede que sea un concepto poco sexy, ¡pero resulta tan útil! No sé cómo tienes las estanterías, el armario, el canapé de la cama o la balda con los productos de limpieza, me da igual, pero ordena tu feed y tu bandeja de entrada. Hazlo ya. ¿Esos programas semanales que jamás escuchaste ni escucharás y que siguen descargándose en tu app aunque su única misión sea producir ruido visual? Lo siento, pero se tienen que ir. Lo mismo con las newsletters… Si llevas tres números de un boletín sin leerlo, busca el botón “Darse de baja”.
3. Vuelve a tener conversaciones en la intimidad
Este consejo es un pelín cursi si lo aplicamos a una pareja, pero si pensamos en el podcasting es justo uno de los motivos por los que más me gusta este formato. Y en estas semanas de desconexión lo había olvidado. El primero que me hizo recordarlo fue Ronald Young Jr y su Weight for it. La segunda temporada ha comenzado con un capítulo bastante introspectivo alrededor de la muerte de su madre y el detonante que eso le supuso en su relación con la comida y el peso.
Lo único que te saca del relato es que en varios de los momentos más delicados cortan directamente al anuncio del patrocinador y todo se va al garete. Ahí está Ronald, apesadumbrado, hablándote de la pérdida (“It was the beginning of the end game: My mother was going to die”) y justo después, tras la cabecera, él mismo empieza a venderte en un tono totalmente distinto las bondades de una compañía de colchones. Me recordó a aquel episodio de Friends en el que Mónica terminaba con una cama-coche servida por la empresa The Mattress King.
4. Crea nuevas experiencias juntos
Aquí copio y pego: “Una de las formas más efectivas de mantener la chispa es hacer cosas nuevas: probar una actividad o planear una escapada”. Ok, fácil.
Es cierto que el podcasting se basa en una escucha individual, pero eso está cambiando. Al igual que la cinefilia son las películas, pero también las conversaciones en torno a ellas, los libros, los pósters, las citas y concebir el cine como fuente de identidad, también la cultura del audio va más allá de los podcast.
Opciones hay muchas y yo ya estoy apuntándome a varias este septiembre. Una de ellas son los directos: shows que saltan al teatro o a los auditorios para grabar en vivo. Yo escribí sobre ello hace un tiempo y justo esta misma noche veré a uno de los entrevistados de ese reportaje (estoy dejando easter eggs por todo el texto).
Otra cosa que puedes hacer es probar un club de escucha. También hoy, 15 de septiembre, se puede participar en el de Ana Ribera (aka Molinos), que normalmente es solo para sus suscriptores.
Ver contenido relacionado con el audio para entenderlo y apreciarlo mejor me parece un buen plan, sobre todo si es tan entretenido como el de Mariano Pagella en su Desarmaudio. Otra propuesta que podríamos clasificar como un metapodcast es el que acaba de estrenar el creador de S-Town. A raíz del debate ético que levantó aquella historia, Brian Reed se vio obligado a probar ante un juez que esa investigación fue un ejercicio periodístico. Ahora, en Question Everything, se pregunta por los puntos débiles de aquel podcast y por los vericuetos del oficio. Por supuesto yo me he lanzado de cabeza.
Por último, está la posibilidad de apuntarse a talleres y cursos para pasarse al lado de la creación o para seguir formándose. Este otoño en La Casa Encendida y en La Casa del Lector de Madrid hablarán sobre documentales sonoros, audiodramas sociales, ficción y pensamiento alrededor del sonido.
5. Tómate tiempo para mostrar afecto
Lauren Passell, la autora de Podcast The Newsletter, tiene una iniciativa para puntuar todo lo que escucha y dejar una reseña diaria. Yo, que estoy al otro lado, aprobando los comentarios de algunos podcast (sí, ahora Spotify funciona así) te puedo decir que hace mucha ilusión leerlos. A veces publicar un capítulo es como lanzar una botella al mar sin saber a qué costa llegará y, aunque las cifras te devuelvan la certeza de que alguien lo ha recibido, leer algún comentario es otro nivel.
Pero, ojo, también mola escribirlos. Hace unos días intercambié unos mails con una creadora y al final, como despedida, quise decirle lo que me gustaba de su podcast. Me llevó un rato encontrar las palabras, pensar qué es lo que me gustaba exactamente y por qué. Aquel breve párrafo me sirvió para entenderme a mí misma, para inspirarme de algún modo y a ella también le emocionó. Un win-win. Ahora solo falta convertirlo en un hábito…
6. Compra algunos accesorios
Déjame hacer una aclaración: Rodrigo, el diseñador de sonido con el que trabajo habitualmente, habla de sus “juguetes” cuando me explica qué aparato, micrófono o plugin se acaba de comprar. Ese es el tipo de accesorios a los que me refiero. Hace unas semanas se estrenó la cuarta temporada de Only Murders in the Building y en artículos como este le pasan la lupa al equipo usado por Oliver, Charles y Mabel (increíble lo mala actriz que es Selena Gomez, ¿no?): micrófonos, software, auriculares e incluso una RødeCaster Pro.
Para el lado fan, al ponerme a investigar he descubierto que en Etsy hay merchandising de todo lo que se te pueda ocurrir: puedes desayunar en una taza con la cara de Ira Glass o comprarte una camiseta que declare tu amor por Ezra Klein. De momento, aunque este último se esté convirtiendo en “quizás la figura mediática demócrata más influyente”, no conozco a nadie que se haya librado de la vergüenza ajena y sea capaz de lucir tal cosa. Seguiré buscando.
7. Ten un proyecto compartido
¿Qué es esta newsletter si no la plasmación de este último punto?! Puede que este verano escuchara menos podcast de lo habitual en mí, pero lo que sí he hecho ha sido tener muchas ideas para volcar en este rincón los próximos meses. Hace unas semanas me encontré con el concepto de Julia Cameron “filling the well”, es decir, llenar el pozo.
Ella traza una analogía comparando nuestra creatividad con un estanque lleno de peces que debe abastecerse de vez en cuando para evitar que se seque o se atasque. Es un poco lo que yo siento cuando escucho un podcast que me abre los ojos o se me cuela dentro. El agua del pozo de renueva. Se agita.
Art is an image-using system. In order to create, we draw from our inner well. This inner well, an artistic reservoir, is ideally like a well-stocked trout pond. We've got big fish, little fish, fat fish, skinny fish-- an abundance of artistic fish to fry. As artists, we must realize that we have to maintain this artistic ecosystem.
If we don't give some attention to upkeep, our well is apt to become depleted, stagnant, or blocked. Any extended period of piece of work draws heavily on our artistic well.
As artists we must learn to be self-nourishing. We must become alert enough to consciously replenish our creative resources as we draw on them-- to restock the trout pond, so to speak. I call this process filling the well.
Así que esa es la propuesta: convertir este lugar en un pequeño estanque por el que, cada quince días, puedas pasarte con una jarra o un vaso de chupito, según la sed que tengas, y llevarte todo lo que te interese a tu depósito particular.
Hasta la próxima,
Andrea
Hola Andrea, muchas gracias por mencionar el club de podcasts encadenados. Ya te vi sumarte en plan comando. ¿Qué te pareció?
Todas estas son muy buenas ideas para reactivar la relación con los podcasts, yo es que vivo en un idilio continuo :)
Toca dejar también comentario en tu newsletter de podcasts de referencia. Gracias por el curro y los consejos antipereza :))